Moisés hizo partir a Israel del mar Rojo. Salieron al desierto de Shur y anduvieron tres días sin hallar agua. llegaron a Mara, pero no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara. El pueblo se puso a murmurar contra Moisés, diciendo: —¿Qué hemos de beber? Entonces Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron.
Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó. Les dijo: —Si escuchas atentamente la voz de Jehová, tu Dios, y haces lo recto delante sus ojos, das oído a sus mandamientos y guardas todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié sobre los egipcios traeré sobre ti, porque yo soy Jehová, tu sanador.
Después llegaron a Elim, donde había doce fuentes de agua y setenta palmeras, y acamparon allí junto a las aguas. Éxodo 15. 22-27
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Benedicta Sánchez y José Valero
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